Se estrena “Buda explotó por vergüenza”, dirigida por la iraní Hana Makhmalbaf, con guión de Marziyen Meshkini, y que nos cuenta la historia de Baktai, una niña afgana de seis años, que vive con su familia bajo las estatuas de Buda que destruyeron los talibanes en 2001. Un vecino incita a Baktai a ir a la escuela para aprender a leer y escribir. Tras un periplo para conseguir un cuaderno y un lápiz, emprende un viaje hacia la escuela. De camino, un grupo de niños la coge de rehén de un juego que reproduce la guerra. La cámara sigue a Baktai por unos paisajes sobrecogedores que son el marco de una parábola sobre Afganistán y sobre unos niños que imitan el juego terrible de la violencia y la discriminación. La joven directora recorrió la zona de Bamiyán para elegir a sus intérpretes, ninguno de ellos actor profesional.
Hana empezó en el cine con nueve años. Es hija del director iraní Mohsen Makhmalbaf, cabeza de una familia dedicada de lleno al cine.
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