Desde “Agenda” aplaudimos en su momento la propuesta que Cahiers de Cinema hizo de renovar la crítica en este país, y contribuir a la reflexión y perspectiva del estado de las cosas. No podemos estar más de acuerdo en que es algo urgente y necesario.
En lo que no estamos tan de acuerdo es que esa reflexión empiece con ejemplos tan poco oportunos como la reciente crítica a las últimas películas de Iciar Bollaín y Gracia Querejeta, que merecen en la revista, una crítica conjunta; dos páginas, de las cuales, Jose Enrique Monterde, se pasa una justificando porque englobar a las dos películas en una crítica y medirlas por el mismo rasero sin llegar a convencernos. Nos cuesta imaginarnos una crítica de este tipo a las películas de Suarez y Camus que se presentan ahora en la Seminci, o a las de cualquier otra pareja de directores del género masculino, que como Iciar Bollaín y Gracia Querejeta, tengan una trayectoria y un recorrido en la industria, lo suficientemente amplio e interesante como para merecer un espacio crítico propio.
En su discurso, el críticode Cahiers, menosprecia las dos películas adscribiéndolas conjuntamente a un universo femenino vinculado al medio televisivo, que según él, las desactiva en términos creativos. ¿No será que el universo del que hablan estas autoras a él no le interesa lo más mínimo?.¿Y que como no le interesa lo percibe como igual una de otra?.
¿No será necesario que, de una vez por todas, se propicie que en esa cacareada renovación de la crítica aparezcan mujeres que la ejerzan, que quizá aporten otros valores y otros puntos de vista?.
Desde CIMA lanzamos estas preguntas y animamos a Cahiers a seguir con su cruzada de renovación, pero les sugerimos que piensen, aunque sea de vez en cuando , en femenino.
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